viernes, 25 de enero de 2008

Las 19 coronas de los Tigres del Licey

Para el grato recuerdo de todos los fanáticos Liceistas, aquí presentamos una breve reseña de las 19 coronas nacionales obtenidas por nuestro glorioso equipo

En el 1951 los Tigres del Licey conquistaron el primer título de campeones en una recién iniciada era de béisbol luego de 14 años de receso. Este equipo fue dirigido Manuel Henríquez y secundado por Félix Delgado y Alonzo Perry.

El Licey quedó al finalizar la primera vuelta de la serie regular en el segundo puesto con marca de 16-14, luego en la segunda parte de esta serie lograron marca de 15-8 terminando en la primera posición.

ya en la serie final, los bengaleses se las arreglaron para vencer a su oponente (Escogido) 4 victorias ante una derrota.

Ninguno de los jugadores azules participaron en más de 48 partidos, siendo los más destacados, Alonzo Perry con promedio de .400, fruto de 36 hits en 90 veces al bate con 9 jonrones. Manolete Cáceres bateó para .376 con 35 indiscutibles en 93 visitas al pentágono.

El mayor empujador fue Perry con 32, seguido de Guayubín Olivo con 30. Perry también se estafo 10 bases y fue el líder de vuelacercas. Luis Báez (Grillito C) terminó con tres triples, líder del club, mientras que Olivo lo hizo con 10 dobletes.

En el renglón pitcheo, el estelar de estelares fue Guayubín Olivo con marca de 10-5 con siete juegos completos y efectividad de 1.90; José Velásquez tuvo marca de 9-4 y 8 juegos completos con efectividad de 2.22. Olivo fue el líder de ponches con 65 en 128 entradas lanzadas y también de hits permitidos con 107.

El segundo campeonato para los Tigres del Licey llegó en la temporada de 1953, la tercera de la nueva etapa. En esta terminaron con 20 ganados y 7 perdidos (primeros) en la primera vuelta y en la segunda con 16-11 (segundos). En la serie final ganaron igual que en el 1951 con marca de 4-1.

Este fue el año de los ‘‘Tanques Azules’’, como le llamaron a Luis Rodríguez Olmo, Alonzo Perry y Bert Haas. Su presencia en la alineación y más cuando bateaban en el mismo episodio, despertaba interés entre los espectadores y felicidad para los liceistas.

Los Tanques empujaron un total de 123 carreras (Perry 53, Olmo 27 y Haas 40). Perry era el primera base, Haas el antesalista y Olmo jardinero. otros que no se quedaron atrás a la ofensiva fueron Valmy Thomas con 27 carreras remolcadas, Olmedo Suárez (intermedista) con promedio de bateo de .336, Luis Báez fue el líder de estafadas con 12, y el de cuadrangulares ‘‘Su Majestad’’ Alonzo Perry.

Los triples fueron de Thomas con 6 los dobles de Haas con 13. Alcibiades Colón terminó con récord de .338 y Dardo Herman con .318.

En el área del pitcheo, el especialista de las victorias fue Santiago Ulrich con marca de 10-5 y 8 juegos completos, Chichí Olivo con 10-4 y 7 juegos completos, Guayubín Olivo con 6-2 y 7 juegos completos.

El líder de efectividad fue Ulrich con 1.99, el de bases por bolas Chichí Olivo con 29, el de ponches fue Guayubín con 57, el de entradas lanzadas Ulrich con 132 y de juegos iniciados Guayubín y Ulrich con 19.

Bajo las riendas de Joe Schultz, el Licey terminó con récord de 33-30 las dos primeras series
(30-29 la regular y 3-1 la semifinal). Ya la final fue azul con marca de 5-4. Ya para este año se jugaba la serie final al mejor de nueve partidos.

Los jugadores que sobresalieron en este campeonato fueron John Blanchard, receptor, con promedio de bateo de .308 con tres jonrones, 4 dobles y un triple. Norman Larker, inicialista obtuvo 26 carreras impulsadas, cuatro jonrones, igual cantidad de triples y siete dobles.

El líder de jonrones fue Dick Sanders, paracorto y jardinero, con 5 y logró 23 remolques, aunque su promedio fue de .183. El bateo más efectivo fue el de Blanchard y ninguno pasó de los .280, siendo el segundo mejor Pedro González (.280), seguido de Gordon Widhorn, jardinero central, con .279 y Norman Larker con .266.

En el pitcheo, el maestro de la efectividad fue Billy Smith con 1.98 y récord de 6-2 con 4 juegos completos. Esta misma cantidad de juegos terminados la tuvieron Don Choate y Nelson Chittum. La cantidad más alta de victorias la consiguió Choate con 9 la más alta en derrotas Chittum con 7. El total de abanicados más sobresaliente fue de 63 para Choate y el de bases por bolas 66 para Guayubín Olivo.

Para la temporada de 1963-64, el manager Vernon Benson se las arregló para ser campeón a pesar de terminar la serie regular con marca de 28-30, la semifinal 3-2 y la final 5-3.

Manuel Mota (jardinero), Ray Barker (primera base) y Elvio Jiménez (jardinero), fueron los únicos que batearon en ésta temporada por encima de .300 puntos. Mota lo hizo con .379, Barker con .344 y Jiménez con .306.

El liderato del equipo en carreras empujadas quedó en manos de José Vidal con 27, el de bases robadas fue de Jack Damaska, el de triples lo compartieron Marritt Ranew (receptor) y Mota con 4.

Los dobles terminaron en manos de Elvio Jiménez con 12, bien de cerca con 11 estuvo Johnny Lewis.
Los jonrones no fueron muchos y tanto Vidal como Lewis terminaron con tres cada uno.

Los lanzadores estuvieron a la altura de su clase. Ken McKenzie quedo con efectividad de 1.99, 2-1, dos juegos completos y 24 ponches en 45 entradas lanzadas.

La mayor cantidad de bases por bolas fue de 44 para Dick Hughes, los juegos completos fueron seis la cantidad más alta y fue para Guayubín Olivo, quien también termino con marca de 9-3, la mejor del equipo. También fue el segundo en efectividad con 2.37.

Terminando la serie regular del año 1969-70 a todo vapor con récord de 30-20 bajo las riendas de Billy Muffett y luego asistido por Fred Hatfield y Manuel Mota, los Tigres alcanzaron la serie al mejor de nueve partidos al vencer a las Aguilas con marca de 5-1.

los trabucos de ese entonces fueron Byrone Browne (jardinero) con promedio de .337, Leron Lee
(jardinero) bateó .310, Ted Simmons (receptor) .308 y César Gerónimo (jardinero) con .300, fueron los únicos en batear sobre la mágica línea de los .300.

El líder de los cuadrangulares fue Browne con 9, seguido de Lee con 5 al igual que Joe Hague. Los triples estuvieron a la orden de Lee y DaVanon con tres y con 11 dobles Elvio Jiménez y Leron Lee.

El más rápido de todos los corredores azules fue Pedro González al estafarse 7 bases.

Los pitchers no tuvieron muy efectivos, pero Sal Campisi con marca de 4-2 y dos juegos completos, exactamente los dos que inició, con efectividad de 0.74, salvó el honor.

A seguidas, Santiago Guzmán terminó con récord de 7-3 y efectividad de 2.74 y cinco juegos completos y Reggie Cleveland se fue con marca de 7-6, 4 completos y efectividad de 2.85. De paso este lanzador fue el único que pasó de las 100 entradas lanzadas y nadie trabajo menos de 35 episodios.

Así se le debe de llamar sin titubeos a la década de los ’70 cuando los Tigres ganaron seis títulos. Pero la temporada gloriosa fue la del 1970-71 cuando los azules se fueron con cuatro títulos en su haber tras conquistar el campeonato de la ciudad ante los Leones del Escogido con 12 victorias ante 8.

Luego, el Licey se llevo el título de las Serie Regular de la temporada y más adelante la corona nacional para adquirir el derecho de pasar a la Serie del Caribe que se jugaría en San Juan, Puerto Rico.

Y cuando muchos aseguraban que el Licey no pasaría la prueba en el clásico caribeño, sus estelares se envalentonaron y con Manuel Mota a la cabeza, los felinos se coronaron por primera vez en la historia del béisbol dominicano, cuádruples campeones.

En la serie regular, cinco jugadores bateador por encima de los .300 puntos. Jim Beaucham (primera
base) se fue con promedio de .387, 51 carreras remolcadas (dos menos que el récord de Alonzo Perry), 14 dobles, seis triples y siete jonrones.

Le siguieron Leron Lee con promedio de .339, 11 dobles, 1 triple y 4 jonrones, Teodoro Martínez con .332, 8 dobles, 1 triple, 3 jonrones y 10 bases robadas.

Manuel Mota tuvo promedio de .323 con 4 dobles y 1 triple, sin jonrones, pero con 41 carreras anotadas, la segunda mayor cantidad, detrás de las 44 de Beauchamp. César Gerónimo terminó con .309, 6 dobles, 5 triples y 3 cuadrangulares.

Los lanzadores estuvieron resguardados por Chichí Olivo con marca de 4-1 y tres rescates, efectividad de 1.40. el otro lanzador que tuvo la efectividad por debajo de 3.00 carreras por partido fue Harry Parker con 2.74. Los poches estuvieron dominados por Reggie Cleveland con 46 al igual que las bases por bolas con 40.

Los juegos salvados fueron de Pedro Borbón y los completos (6) para Parker. Cleveland termino con marca de 8-5, el propio Parker con 6-4, Milcíades olivo con 3-7 y Borbón con 3-3.

Fue en el 1972-73 cuando el Licey volvió a ganar otro campeonato, esta vez a las Estrellas con marca de 5-2 bajo las riendas del estadounidense Tom LaSorda. La serie regular terminó 32-23 en el primer lugar y todo pintaba azul desde aquel momento.

Los cañoneros Bobby Valentine (paracorto), quien bateó .330, Steve Garvey (antesalista) con promedio de .330, Joe Hague (primera base) con bateo de .313, Von Joshua (jardinero) con .358, Jesús Alou .317, Jim Spencer .333, Manuel Mota .412 y José Vidal .306, fueron los que acarrearon esta tropa añil hasta los más altos logros.

Ya en la pasada campaña del 1970-71, los Tigres habían tenido cinco bateadores sobre los .300 puntos, pero esta vez todo fue una locura ofensiva, terminando ocho por encima de esta aristocrática marca.

El poderío azul estuvo a cargo de Garvey con 13 dobletes y dos cuadrangulares, Alou con 12 tubeyes y Joshua con 11 batazos de doble mérito, 5 triples y cuatro cuadrangulares.

Las carreras empujadas fueron de Garvey con 32, luego Joshua con 29, Rafael Robles con 24, Alou con
23 y Hague con 22. Las anotadas fueron de Joshua con 32, luego Mota con 24 y Martínez y Garvey con 23.

Los lanzadores hicieron su trabajo y sólo uno quedo con un promedio de carreras limpias por encima de los 4.00, ese fue Jerry Crider con 4.32. Los demás fueron comandados por Bruce Ellingsen con 6-2, 4 rescates, tres juegos completos y efectividad de 1.73 con 33 ponches y 15 bases por bolas en
52 entradas lanzadas.

Pedro Borbón lo hizo con 9-4 y cinco juegos completos y efectividad de 2.49. Milcíades Olivo jugó en 13 partidos y compiló marca de 1-0 y efectividad de 2.02. Doug Rau logró marca de 7-2 y dos juegos completos y efectividad de 3.20. Mientras que el líder de rescates fue Charlie Hough con 10 y marca de 2-5 y efectividad de 3.54.

Tom LaSorda volvió a buscar lo que había logrado en el año anterior y lo consiguió de manera convincente. la serie regular la mejoró terminando con marca de 37-25 y la serie final de manera idéntica al año anterior 5-2.

En esta ocasión, siete jugadores batearon por encima de los .300. El que mejor lo hizo fue Bill Buckner (primera base) con .353, siete dobles y un triple. Fue escoltado por los .354 de Manuel Mota, quien logró cinco dobles y un jonrón.

Los siguientes fueron: Teodoro Martínez con .324, nueve dobles y dos triples con 24 anotadas, Neftaly Cruz (segunda y tercera base) logró promedio de .324 con dos dobles, Tom Paciorek termino con .320, 15 dobles, 3 triples y 4 jonrones con 34 carreras remolcadas.

Von Joshua bateó .307 con tres dobles, tres triples y dos jonrones, Steve Yeager tuvo promedio de .320 con 13 dobles y tres vuelacercas. Teodoro se estafó 8 bases y Paciorek 6 para ser los más destacados en este renglón.

Los lanzadores estuvieron impecables, siendo la efectividad más alta 3.66 en manos de Pedro Borbón, quien además tuvo marca de 5-5, un salvado, tres juegos completos y 37 ponches en 91 entradas lanzadas.

Los que quemaron los bates contrarios fueron Milcíades Olivo con 2-0 y efectividad perfecta de 0.00, Charlie Hough con 5-7, 14 rescates y 1.28 de efectividad con 73 ponches en 77 entradas trabajadas. Virgilio Barrientos (3-0, 2.00) y Mike Nagy (4-0, 2.39) fueron los únicos acompañaron a Olivo como los invictos del club.

Doug Rau completó cuatro partidos de ocho que inició y tuvo marca de 4-3 con efectividad de 1.65, Greg Shanahan tuvo marca de 7-2, dos juegos completos y efectividad de 2.19. Bruce Ellingsen termino con marca de 5-2 con dos juegos completos y efectividad de 2.40.

En la temporada de 1976-77 los Tigres volvieron a llevar alegría a sus seguidores al conquistar la corona nacional por novena ocasión. Terminaron la serie regular con marca de 34-26, la serie semifinal con 3-0 y la final con 5-2. Era la tercera ocasión en la década que terminaba la serie final con récord de 5-2, ¿Coincidencia o consistencia?

El dirigente Buck Rogers guio a la tropa azul a una contundente victoria y los bates azules hicieron galas de perfección. Cinco jugadores terminaron con promedio por encima de los .300. El comandante en jefe de este pelotón fue Ricardo Carty con un astronómico .409 (claro que en ocho partidos jugados).

Luego estuvieron Jesús Alou con .382, cinco dobles y dos jonrones, Manuel Mota con .349 con 4 dobles y 2 triples, Jim Dwyer .318 con 10 dobles, un triple y 3 jonrones.

Bob Beall también termino con .318, logró 9 dobles, un triple e igual cantidad de jonrones. Butch Hobson termino con 13 dobles y 25 remolcadas, primero en dobletes y segundo en producidas. Teodoro Martínez fue el mayor empujador con 29, Tomás Silverio y Beall consiguieron 23.

Los lanzadores estuvieron muy controlados y acertados, la misma historia de los Tigres año tras año, la efectividad más alta fue de 3.73 de Pedro Borbón con marca de 3-4 con dos juegos completos,
27 ponches y 8 bases por bolas.

Angel Torres termino con 10-1, un juego completo y efectividad de 2.32, Carlos J. Pérez se fue invicto con 2-0 en 22 juegos, Victor Cruz fue el líder rescatador con 12 y marca de 4-2 y efectividad de 3.35. Stan Wall logro 4 victorias y tres derrotas con 3 rescates y efectividad de 2.78.

En una temporada, 1979-80, en la que los bates azules estuvieron apagados, el pitcheo se encargó de ganar este campeonato teniendo a cuatro lanzadores con efectividad por debajo de los 2.00 y los siguientes mejores tres con efectividad por debajo de los 3.00 y sólo uno con efectividad ‘‘pésima’’ de 3.27.

En modo de chanza se decía que la excelente efectividad de John Fulgham de 3.27 era mediocre cuando se comparaba con la de sus compañeros (Víctor Cruz 0.30, Joe Beckwith 0.77, Jerry Hannahs 1.69, Angel Torres 1.69, Dennis Lewallyn 2.10, Bill Swiacki 2.22 y José Alcántara con 2.45).

Swiacki fue el líder en juegos completos con 4 y récord de 8-5. Cruz siguió su trayectoria impecable con marca de 3-0, seis rescates en 20 partidos, Hannahs fue el héroe con 9-0 y un juego completo 106 entradas lanzadas.

Los bateadores estuvieron liderados por Manuel Mota quien bateó para .500 y dos dobles en 17 partidos, Leon Durham (inicialista) se fue de .304 con 11 dobles, un triple y 3 jonrones.

Rafael Landestoy terminó con la mayor cantidad de dobles (4) y bateo .293, también gano el liderato de carreras anotadas del equipo con 32, seguido de Durham con 30. Rudy Law logró promedio de .301,
4 dobles, 1 triple y un jonrón.

a temporada 1982-83 fue espectacular para la ofensiva azul, 10 bateadores lograron remolcar 10 carreras o más siendo el líder del pelotón César Gerónimo con 41 y un promedio de bateo de .341 con
9 bases robadas, 3 jonrones, 1 triple y 13 dobles en 232 turnos al bate, unos 59 partidos (sólo en la serie regular).

El Licey terminó con marca de 29-30, bajo las órdenes de Manuel Mota. Quedaron en la segunda posición y se enfrentóa las Estrellas en la semifinal, la que ganaron 3-1. Luego contra las Aguilas del Cibao en las finales ganaron la serie al mejor de nueve partidos con marca de 9-5.

Cesarín Gerónimo marcó la diferencia en la victoria de los Tigres en esta campaña. El veterano jugador realizó su mejor campaña de los 16 que llevaba en ese entonces jugando en la Liga Dominicana con este equipo.

El jugador nativo de El Seybo dominó el circuito en seis de los más importantes encasillados ofensivos. Sus marcas más altas fueron en carrera producidas con 41, en hits con 79, en sencillos con 62, en bases alcanzadas con 103, co-líder en juegos jugados 59 (todos los de la serie regular) y campeón de bateo con promedio de .341.

En definitivas, con esta actuación, Gerónimo, cariñosamente ‘‘El gran Chief’’, se consagró como una super estrella en la historia del glorioso equipo de los Tigres del Licey.

Greg Brock, jugando en la primera base, fue el mayor productor de cuadrangulares para este conjunto con 5, bateó para .276 con 31 remolques, 14 dobles y un triple. Fue uno de los pilares ofensivos de la tropa añil junto a Chico Walker, Tucker Ashford y Champ Summers entre los importados.

Walker terminó con promedio de .353 en 22 partidos en los jardines. Consiguió 3 jonrones, 2 triples y 5 bases por bolas. Ashford por su parte bateo .265 con 23 empujadas, 1 jonrón, 4 triples y 8 dobles y Summers termino con 21 remolques, 2 jonrones, 5 dobles en 115 turnos.

Entre los lanzadores más destacados estuvieron Ramón ‘‘Pintacora’’ De Los Santos con marca de 1-0 y efectividad de 1.16 con 15 ponches y 19 bases por bolas en 23 entradas lanzadas. Anazario Araujo tuvo 3-1 con dos salvados y efectividad de 1.60.

El mayor ganador del staff fue Alejandro Peña con marca de 7-4 y 5 juegos completos y 3.34 de efectividad. Larry White tuvo pésimo récord de 3-8 con 2 juegos completos y efectividad de 3.34.

En la temporada de 1983-84 estaba Manuel Mota como dirigente, en esa campaña el Licey termino con marca de 40-29 en la serie regular (2da. posición), en la semifinal con los Caimanes del Sur a quienes vencieron 4-3, en una apretada serie al mejor de siete partidos.

Ya en la Serie Final contra las Aguilas Cibaeñas, el Licey volvió a ‘‘probar’’ el corazón de sus seguidores al ganar la serie 4-3.

Volvió Franklin Stubbs como inicialista con 4 jonrones y 7 dobles; Dave Stegman se fue con 1 dobles
11 bases robadas, César Gerónimo remolcó 34 carreras con un jonrón, 2 triples y 6 dobles jugando 59 partidos.

Ninguno de los bateadores de los azules lograron alcanzar la marca de los .300 puntos en bateo.
José Uribe González fue el que más triples logro con tres. Rafael Landestoy se estafo 13 bases y Chico Walker 17 con 6 dobles, 2 triples y 2 jonrones.

Los receptores Gilberto Reyes y Luis Pujols despacharon 3 vuelacercas cada uno. El primero 3 dobles y el otro 6. Este platoon de catchers remolcó 38 vueltas en un total de 294 turnos al bate.

Los lanzadores estuvieron estables, razón por la cual el equipo añil conquistó la corona. Los más sobresalientes fueron Orel Hershiser con 8-2, 3 juegos completos en 12 iniciados con efectividad de 1.51, 55 ponches en 77.2 entradas lanzadas.

Blabino Gálvez fue el que secundó la excelente labor de Hershiser con un récord superbo de 5-1 y efectividad de 1.52. Ramón -Pintacora- De Los Santos tuvo marca de 2-5, pero su efectividad se mantuvo buena con 1.99 y 3 salvados.

Mark Calvert sólo inició nueve partidos, los únicos que jugó en esta temporada, se fue con marca de 3-0 y un juego completo con efectividad de 2.45. El binomio de importados lo completa Larry White con registro de 6-2 en 10 juegos iniciados con un juego completo y efectividad de 2.99.

Los Tigres del Licey siguieron dominando la liga invernal dominicana con su tercer título al hilo en la temporada 1984-85. Esta vez contaron con una excelente labor de su staff de lanzadores, quienes tuvieron una foja de 40-20 y efectividad de 2.43.

De ellos, Steve Howe tuvo la efectividad más baja (0.00) en cuatro juegos jugados, todos como relevista. Le siguieron Ken Howell con 6-2 y 1.53 de efectividad en 26 partidos, todos en rol de relevo, a esta labor le agregó 16 juegos salvados, este récord hala muy bien del tipo de equipo que era el Licey en esta temporada, pues en las entradas finales repuntaba fácilmente.

Ramón De Los Santos tuvo la efectividad de 1.56 y marca de 2-1 con un juego salvado, Tom Brennan terminó con 4-1, 1.88 de promedio de carreras limpias en los 12 juegos que inició, Tim Conroy se fue de 3-2 con 1.98 de efectividad en nueve partidos comenzados.

Julián González tuvo 7-1 y 2.39 de efectividad como relevista, Jeff Kaiser termino con 2-0 y efectividad de 0.00, en tres juegos iniciado s de los cuatro en que vio acción, siendo de esta manera el lanzador más dominante de la temporada.

Ya para este año, los pitchers comenzaron a dejar de completar juegos y el hecho de que sólo se lograra uno en los envíos de Brennan da cuenta de ello. De las 40 victorias de los Tigres, 28 fueron salvadas por el relevo.

En lo que a la ofensiva se refiere, el mejor bateador lo fue Jorge Bell con promedio de .295, 29 carreras anotadas, 57 hits, 12 dobles, 3 triples, cinco jonrones y 27 remolques en 51 partidos.

Tony Fernández se destacó con promedio de .245, logró anotar 26 rayitas para los azules, tres dobles, tres triples y 14 empujadas. Darnell Coles al parecer no pudo descifrar los pitcheos contrarios asunque si conecto siete dobles y en 220 turnos al bate remolcó 14 vueltas.

José Uribe González se fue de .265 con 170 anotadas, 14 empujadas, tres dobles y dos triples. David Green bateó en nueve partidos para .321 con cinco dobles en nueve hits que logró.

Ramón Lora por su parte se fue de .237 con 15 anotadas, 7 dobles, tres jonrones con 29 remolques.
Luis Pujols conectó tres vuelacercas, cuatro dobles, remolcó 13 vueltas, anotó 11 y tuvo promedio de .248.

R. J. Reynolds agotó 178 turnos en 48 encuentros, bateó para .264 con 23 remolques, 25 carreras anotadas, nueve dobles, 8 triples y tres jonones. Glenn Davis se fue de 66-16 para promedio de .242 con cuatro dobles y un cuadrangular, 10 remolques y cuatro anotadas.

Los especialistas a la ofensiva en la campaña 1990-91 fueron Gerónimo Peña y Henry Rodríguez, estos dos jugadores hicieron galas en el pentágono al conectar para .375 y .316 respectivamente.

Peña en 16 juegos conectó un cuadrangular, 15 hits, seis anotadas y cuatro remolques en 40 turnos al bate. vale decir que su actuación fue en la parte final de la temporada lo que le da aun más notoriedad.

Rodríguez por su lado agoto 152 turnos al bate en 39 juegos, con 17 anotadas, 48 hits, nueve dobles, 4 triples, un cuadrangular y 20 remlcadas. Braulio Castillo no se quedo atrás y en 46 partidos conecto 11 dobles, cinco triples y dos jonrones con 15 empujadas y 18 anotadas con promedio de .239.

Silvestre Campusano fue otro de los pilares azules con promedio de .284 en 36 partidos. Pegó ocho dobles, dos triples, remolcó 11, anotó 18 en 134 visitas al plato.

Jerry Brooks se dejo sentir con tres jonrones, siete dobles, 20 remolques, 15 anotadas, promedio de
.235 en 46 partidos. Bernardo -El Pupo- Brito resolvió los problemas de remolques y terminación de ataque con sus nueve dobles, tres triples y siete cuadrangulares para remolcar 31 carreras. También anotó en 17 ocasiones, aunque su promedio de bateo fue de .228.

El pitcheo no fue tan bueno como en el campeonato anterior, pero su promedio colectivo de carreras limpias permitidas no fue malo, todo lo contrario, estuvo entre los mejors de la liga con un 3.05.

Juan Guzmán lideró el staff completo con su marca de 7-1 y 1.69 de efectividad en nueve juegos iniciados. Jeff Hartsock termino con 3-4 y efectividad de 1.87 en nueve juegos como abridor, completó el único encuentro del equipo.

De los 16 juegos salvados por el relevo azul, cuatro fueron para Julio Solano, quien además tuvo marca de 3-2 con 3.34 de efectividad. Tres rescates tuvo Gabriel Ozuna, aunque marca de 0-4 y efectividad de 4.30. La mayor cantidad de rescates la logró Yorkis Pérez con 5 en 19 juegos jugados y marca de 1-0 y efetividad de 1.31. Pedro Julio Astacio obtuvo dos ymarca de 1-0, 3.08 de eectividad en 26 entradas y un tercio de trabajo.

Pedro Martínez, ahora estrella de los Medias Rojas de Boston, lanzó en esta campaña en cuatro partidos, tres como iniciador y termino con foja de 01- y efectividad de 5.25 en 12 entradas.
Efraín Valdez tuvo récord de 2-1 y efectividad de 2.00 en seis partidos como abridor. Trabajó en 27 entradas.

Esta temporada, 1993-94, fue una de las que se cuentan y pocas personas las creen. El bateo colectivo estuvo en .255 y la efectividad en 3.66, pero la mistica y dedicación de los peloteros del combinado añil se las arreglaron para clasificar con marca de 26-22 y conquistar la corona No.
15 en la historia del béisbol dominicano.

Silvestre -Campy- Campusano bateó .265 en los 48 partidos de la serie regular, agotó 170 turnos, anotando 32 carreras, remolcando 26 con 45 hits, los que incluyeron 9 dobles, un triple y siete cuadrangulares.

Henry Rodríguez por su lado, bateó .315 en 26 juegos jugados, agotó 92 turnos, anotó 13 vueltas, pegó seis dobles, un triple y seis jonrones con 23 remolques.

José Offerman hizo un buen trabajo al batear para .438 en 10 partidos con un triple y un jonrón, cuatro reloques y siete anotadas. gerónimo Peña se fue con promedio de .281 con 11 anotadas, cuatro remolcadas, seis dobles, un triple y dos jonrones.

Francisco Matos bateó para .276 en 30 juegos con dos dobles y tres triples. Juan -Tito- Bell se fue con promedio de .268 con seis dobles, cuato triples, 12 remolques, 19 anotadas en 32 partidos. Kurt Abbott agotó 97 turnos en 23 juegos con 13 anotadas, ocho empujadas dos jonrones, ocho dobles con un total de 27 hits.

Entre los lanzadores que mejor estuvieron están varios relevistas tales como John Briscoe, tuvo marca de 2-2 y efectividad de 2.12, cuatro salvados y trabajo en 17 entradas. Yorkis Pérez, otro de lso relevistas de cartel, tuvo marca de 3-1, 2.32 de efectividad, dos juegos salvados en 31 entradas.

Jorge Segura también tuvo cuatro juegos salvados, la mayor cantidad para un pitcher en este equipo en esta temporada. Tuvo marca de 3-1 y efectividad de 3.91.

Luego de un remozamiento interno, los Tigres del Licey iniciaron la campaña 1998-99 con un equipo que en el papel no era lo suficientemente convincente como para que sus seguidores comentaran o proyectaran una campaña prospera… Claro que el apoyo de los fanáticos azules en los estadios siempre fue bueno y nunca dieron un paso atrás, se mantuvieron apoyando el equipo y eso fue bien gratificado.

En esta temporada (1998-99), nadie tenía como favoritos a los Tigres del Licey para ganar la corona nacional y mucho menos ante dos equipos que en el papel lucían Grandes Ligas fue el caso de las Aguilas Cibaeñas y los Leones del Escogido.

Pero sucedió el milagro, por llamarlo de una manera neutral, imparcial y cristalina. Los bates de los jugadores prospectos de los azules se dieron a respetar y el pitcheo una vez más hizo galas de su calidad en los momentos apremiantes del partido.

En todo momento la superioridad de los lunes antes mencionados era evidente y con esta realidad de frente, los fanáticos azules aceptaron con beneplácito el sobrenombre de ‘‘El Equipito’’ para los Tigres del Licey.

Esta arma de doble filo, si se pierde bien y si se gana se goza, le resultó de desahogo a los seguidores de este equipo y de paso los llevó a apoyarlos más, al punto que las graderías azules siempre tenía animación.

De esto salio un trabuco de equipo comandado por un grupo de jugadores prospectos, jovencitos con poca experiencia en partidos de presión y con fanáticos exigentes, del os que no aceptan segundos lugares.

Pero para alegría de todos los que confiaron en la dirigencia añil, en sus directivos, coaches, dirigente, instructores, personal staff y jugadores, todo resultó color de rosa y culminó con la celebración del campeonato de la serie del caribe, el cual se ganó convincentemente aunque en un encuentro extra de desempate en la ciudad de Puerto Rico.

La ofensiva estuvo comandada por Israel Alcántara con 7 jonrones, 11 dobles, 19 carreras anotadas,
21 remolques y promedio de bateo de .209.

A él se le unió Luis Castillo bateando .317 con 16 remolques, dos triples, cinco dobles, 22 carreras anotadas y 10 bases robadas. El importado Brian Daubach no se quedo atrás y empujo 16 anotaciones con un cuadrangular, seis dobles, 10 anotadas y promedio de .250.

Ronnie Belliard estuvo sorprendente con su bate y con su defensa, fue el jugador que más turnos agoto en el equipo felino y bateó para .223 con 15 empujadas, 16 bases robadas, 3 jonrones, un triple, 8 dobles y 29 anotadas… Jhensy Sandoval estuvo superbo en 22 partidos, agotó 26 turnos y bateó para .346 con 4 anotadas, 3 dobles y 5 remolques. Jorge Alvarez también puso su granito de arena con tres jonrones, 5 dobles, 12 bases por bolas, 19 abanicados, dos robadas, 12 anotadas, 15 remolques y promedio de .238… Jorge Brito, receptor que intercambiaba su labor con Henry mercedes, ayudó a la causa azul con sus 14 vueltas producidas, 11 dobles y 10 carreras anotadas. Tuvo promedio de .208.

Henry Mercedes, el otro receptor de los Tigres, bateó para .185, pero remolcó 13 carreras con dos jonrones, un triple y dos dobles con 11 anotadas. Kevin Grijak fue otro importado que produjo dividendos para los Tigres impulsó 13 carreras con un jonrón, 7 dobles, 12 anotadas y promedio de .196… D’Angelo Jiménez no tuvo ardiendo con el bate, pero empujó 11 anotaciones en 110 turnos al bate, anotó 18 con tres dobles y dos triples, tres bases robadas y promedio de bateo de .218.

El otro jugador que pasó por lo menos de las 10 carreras anotadas fue Fernando Seguignol, con 3 cuadrangulares y tres dobles, 15 anotadas y promedio de .238 con 80 turnos al bate en 26 partidos.

Tres llegaron a tres vuelacercas, nadie más tuvo esa cantidad y el total en la temporada, en su serie regular fue de 27 en un total de 60 partidos y 1,930 turnos agotados.

Pero como ya es de costumbre, el pitcheo es el que está dominando la liga y en esa campaña el Licey tuvo promedio colectivo de 3.08 jugando para una marca de .550, que resulta de 33 victorias y 27 derrotas… Quien comandó en victorias fue Darío Pérez con marca de 5-2 y efectividad de 2.74 en 62 entradas lanzadas, la mayor cantidad para un pitcher azul en la temporada 98-99.

Abanicó a 29, dio 7 bases por bolas y permitió 57 hits. Lo secundó entre los abridores el derecho Manny Aybar, con 5-3 y efectividad de 2.79, 34 ponches y 13 bases por bolas en 48.1 entradas.

Balbino Gálvez estuvo por el libro, con récord de 4-0 y efectividad de 1.13, lanzó sólo en cinco encuentros un total de 16 entradas, ponchó a 13 y dio 2 bases, la oposición le bateó para .158.

El lanzador que menos hits aceptó fue, según el promedio colectivo de sus contrarios y entre los abridores o relevistas con más de 10 entradas trabajadas, Galvez, luego le siguieron, Félix Rodríguez con .183 y .202 a Héctor Almonte… El líder de juegos salvados lo fue Esteban Yan con 6, luego Yorkis Pérez con cuatro de los 15 del equipo en el año pasado completo. Fausto Macey (1-1, 2.25), Héctor Henríquez (1-2, 1.86), Mike Mathews (2-0, 1.13) y Esteban Yan para ponerle ‘‘la tapa al pomo’’ con récord de 3-0 y efectividad de 1.37.

CORONAS
AÑO
MANAGER
FINAL
RIVAL
1
1951
Feliz Delcago
4-1
Escogido
Alonzo Perry
Mnuel Enríque
2
1953
Oscar Rodríguez
4-1
Águilas
3
1958-'59
Joe Schultz
5-4
Escogido
4
1963-'64
Vermon Benson
5-3
Águilas
5
1969-'70
Billy Muffett/Fred Hatfield
5-1
Águilas
Manuel Mota
6
1970-'71
Fred Hatfield/Many Mota
6-1
Escogido
7
1972-'73
Tom Lasorda
5-2
Estrellas
8
1973-'74
Tom Lasorda
5-2
Águilas
9
1976-'77
Bob Rodgers
5-2
Águilas
10
1979-'80
Del Grandall
5-1
Estrellas
11
1982-'83
Manuel Mota
5-2
Águilas
12
1983-'84
Manuel Mota
4-3
Águilas
13
1984-'85
Terry Collins
4-1
Azucareros
14
1990-'91
John roseboro
4-1
Escogido
15
1993-'94
Casey Parsons
4-1
Águilas
16
1998-'99
Dave Jauss
5-4
Escogido
17
2001-'02
Bob Geren
4-3
Águilas
18
2003-'04
Manny Acta
4-1
Gigantes
19
2005-'06
Rafael Landestoy
5-2
Águilas







 
{ margin-top:0px; }